Hace unos días atrás cumplí unas de mis metas, no se si llamarle sueño, pero cumpli una meta que desde que toco guitarra he querido realizar: tener una banda de Blues y tocar temas propios en algún local. Quizás para muchos es una estupidez pero para mí esto ha sido todo un acontecimiento en mi vida. El blues ha cambiado mi vida, aunque más que cambiarla, la ha hecho más llevadera. El blues es sentimiento, tristeza, expreción y es toda una subcultura, que para los que estamos dentro de ella sabemos lo que significa.
Día sábado, local el Boliche de Limache. 23:30 y comenzabamos lo que era la primera presentación de la Palta Blusera. El repertorio que teníamos no podía ser mejor. Blusero, rockero y también sutil. Una mezcla perfecta entre Hendrix, Clapton, Muddy Waters y varias leyendas más que con sus canciones adornaban nuestro SHOW. Guitarras afinadas, uno que otro detalle del sonido, y partimos la que sería una gran noche. Muchos amigos y familia nos fueron a apoyar. Y pudimos hacer música junto al Joaquín, mi primo, Beto y Monin, amigos de la vida.
He tocado en varias tocatas y tenido presentaciones. Pero generalmente no hay espacios para hacer lo que para mí, no tiene precio: IMPROVISACIÓN o JAM. Es que improvisar y conectarte con el público sobre todo con un blues, es indescriptible. No hay nada mejor que improvisar y sentir que la gente te escucha y siente contigo la música, el BLUES. Bueno a parte de esos espacios increíbles y gratos, un punto emocionante de la noche fue la presentación de nuestro primer SINGLE. Una canción que yo inventé y que con Joaquín la arreglamos y pulimos. La canción habla de un tipo que vuelve a Limache, un pequeño pueblo del valle de la quinta región. Bueno se nombran cosas típicas, lugares clásicos de la zona y todo encima de un rock and roll muy influenciado por Chuck Berry, el maestro de la guitarra rockandrrolera, el creador de Johnny Be Good. Fue increíble ver a la gente de Limache escuchando atentos la canción, disfrutando de la música y riendo con las letras. Sin duda que fue una de las experiencias más confortables que un músico puede vivir, que reconozcan a través de aplausos algo que tu has creado, por tus propios medios, y que además involucra una cultura, la limachina, la del metro tren, la de los tomates, la de los espacios rurales abundantes y la de un pueblo que si bien es bastante quitado de bulla tiene sus encantos. Una zona de tierras fértiles y de gente linda.
Bueno el local estaba lleno, no habían más mesas, unas 40 personas escuchando Blues. Luego del intermedio seguimos tocando, ya con un rico ron cola en el cuerpo. Terminamos de tocar y se vino la comilona. El local nos regaló Pizza. Comimos una pizza con mucho queso. Exquisita. Y compartimos con viejos amigos de Limache y con los gringos que se quedaban en la casa.
Bueno al final guardamos los equipos en la camioneta del BETO, cobramos nuestro dinero. 11 lukas a cada uno. Cuando salimos nos dimos cuenta que estaban los carabineros adentro, pensamos que quizas era un parte, por exceso de ruido, sin embargo no nos dijeron nada. Quizás si quizás no, tampoco preguntamos. Y bueno, nos fuimos a la casa a eso de las 3 de la mañana a conversar, tomar mate y comer unas empanadas.
De seguro un día inovidable. Ojalá que esto de la Palta Blusera tome un buen rumbo, y podamos perfilarnos de alguna manera en la escena rockera de la región.